La sidra de hielo canadiense tiene una larga historia en la provincia de Ontario, y los primeros vestigios se remontan a finales del siglo XIX en los huertos de la familia Meyer. Fueron los primeros en hacer una sidra específicamente para la venta comercial, vendiéndola como producto en los mercados de agricultores en la primavera y el verano. Desde entonces, la sidra también se ha convertido en una de las bebidas más populares de Canadá.
La mejor manera de describir la sidra de hielo canadiense es que es ligera y refrescante. Es una excelente bebida de verano, que va bien con la comida. Si está buscando algo tan esencialmente canadiense como la cerveza o el jarabe de arce, ¡necesita una taza de sidra fría!
Alcohol de manzana de Quebec
En términos de sabor, es justo decir que la sidra canadiense puede ser bastante dulce, pero también hay variedades secas. De hecho, es bastante común para los paladares de los bebedores que están acostumbrados a bebidas más dulces. La acidez proviene del proceso de fermentación, que descompone los azúcares y los convierte en alcohol. Las variedades más suaves tienen un grado alcohólico más bajo, por debajo de 3 % de alcohol por volumen. Las variedades más secas contienen más alcohol, alrededor de 6 % de alcohol por volumen.
Las sidras de hielo heladas que encontrarás en nuestra selección están pensadas para disfrutarlas solas y frías, sin aromas añadidos. Son naturalmente libres de gluten y no contienen ingredientes transgénicos. Productos de estilo más tradicional.
